Como rebajar el recibo de la luz

La potencia eléctrica contratada, el enemigo en las sombras

Los trucos para ahorrar en la factura de la luz crecen con los años. Probablemente recurras a los remedios heredados de tu familia, así como el propio ingenio, para poner freno a las subidas de precios. Ahora bien, si existe un concepto que provoca que ningún truco te funcione es la potencia contratada. Desde el comparador de energía HelpMyCash.com te explican cuánto pagas de más por este motivo y cómo puedes evitarlo.

Elegir la potencia no es un juego de niños

Si tus facturas de electricidad siguen sin darte un respiro pese a hacer un consumo eficiente, tal vez el problema esté en lo que tienes contratado. Además de que la propia tarifa puede que no sea la más económica del momento, el concepto que no debes perder de vista es la potencia de luz que tienes en casa.

Bajo este nombre se conoce al “caudal” de energía que tu instalación puede asumir; es decir, el número de aparatos eléctricos que puedes usar a la vez. Como cabe esperar, a mayor potencia, más pagas en el recibo. Además, al ser un precio fijo, siempre pagarás lo mismo. Por lo tanto, no importa cuántos electrodomésticos conectes o si te vas un mes entero de vacaciones.

Para elegir la potencia idónea para tu vivienda se aconseja contar el número de kW máximos que podrías necesitar. El sistema no es muy cómodo, ya que implica sumar lo que consumen todos los electrodomésticos que están conectados de por sí (nevera, vitrocerámica, calentador de agua…) y los que podrías llegar a utilizar en un mismo momento (televisor, ordenador, consola, horno…). La otra opción es pedir que un técnico haga este trabajo, aunque si es de la compañía siempre tirará a lo alto.

60 euros de ahorro al bajar la potencia

Lo más habitual es que tengas contratada una potencia superior a la que necesitas. El miedo a que salte el diferencial provoca esta situación en la mayoría de hogares. Ahora bien, ¿sabes cuánto podrías ahorrar cada mes si ajustaras este valor? Esta es la pregunta que deberías hacerte si realmente quieres ver una diferencia notable en tu recibo.

Para hacerte una idea, y tomando el valor que se aplica en el mercado regulado para este concepto, si tienes una potencia de 5,75 kW estás pagando 18,23 euros/mes (impuestos aparte). Sin embargo, si bajaras un punto tu potencia, hasta los 4,6 kW el coste sería de 14,58 euros/mes. es decir, puedes ahorrar 3,65 euros al mes por cada escalón que rebajes el caudal de electricidad que te llega a casa.

Y esto dentro del mercado regulado, ya que en el mercado libre los precios varían un poco más. En concreto, las grandes comercializadoras suben hasta los 4 euros; mientras que otras compañías más pequeñas, como Holaluz, se quedan en 3,60 euros.

Ojo, hay que tener en cuenta que estos precios son sin impuestos. Por lo que, al final de la historia, te puedes ahorrar alrededor de 60 euros al año bajando la potencia.

Los costes que debes amortizar

Reducir la potencia de tu casa puede ser muy interesante, ya que es un ahorro instantáneo en tu factura sin ningún tipo de esfuerzo. No obstante, antes de dar este paso debes tener claro que no es gratis, ni podrás hacerlo siempre que quieras.

En función de la compañía con la que tengas el servicio contratado puedes encontrarte más o menos limitaciones. Pero, en general, bajar la potencia cuesta unos 11 euros (independientemente de los escalones que decidas reducirla) y es habitual que no permitan más de una bajada al año.

Ahora bien, ¿y si te equivocas y te pasas bajándola? Aquí es donde viene el problema. Y es que volverlos a subir cuesta en torno a 45 euros y, en esta ocasión, sí que se cobra más por cada kW que quieras sumar. Además, tu factura se puede engrosar aún más (de 50 a 200 euros) si la comercializadora detecta que la instalación de tu vivienda no se ha revisado en los últimos 20 años, la potencia que pides es superior a la indicada en el boletín o, simplemente, resides en Canarias.

En definitiva, dar con la potencia de luz adecuada es la forma más sencilla de reducir tus facturas de luz. No obstante, antes de dar el paso, debes sopesar bien cuántos kW puedes bajar realmente para no acabar pagando de más. O, al contrario, saber si te sale mejor subir la potencia contratada.

¿Cómo aumentar la potencia contratada?

El cliente puede solicitar un aumento de potencia contratada cuando esta es insuficiente. Esto implica que salta el Interruptor de Control de Potencia (ICP), debido a que se han conectado varios electrodomésticos a la vez y, al superarse este término, se corta el suministro eléctrico momentáneamente.

Esta gestión puede solicitarse con la comercializadora contratada o con cualquier otra que ofrezca mejores condiciones. De hecho, se trata de un trámite gratuito que se puede efectuar por teléfono, acercándose a una oficina o a través de un formulario en Internet.

 

¿Cómo calcular la potencia eléctrica que se necesita?

Antes de iniciar cualquier tipo de tramitación con la compañía eléctrica, el usuario tiene que asegurarse de qué término de potencia será el más adecuado para su vivienda para así evitar pagar más en la factura de la luz. Actualmente, los dos métodos más utilizados por los consumidores son los siguientes:

• Usar la calculadora de potencia, que ofrece una estimación basándose en los aparatos eléctricos del domicilio.

• Contratar a un electricista que se acerque a la vivienda y le ofrezca un asesoramiento sobre el término necesario.

La opción del electricista es la más fiable para el usuario, dado que no es una estimación como ocurre con las calculadoras, aunque conlleva una aportación económica para el técnico.

Además, hay que aclarar que la distribuidora de la zona solo permite gestionar un cambio de potencia contratada al año.

 

¿Qué necesito para aumentar la potencia contratada?

El trámite para incrementar la potencia eléctrica conlleva elevar el término fijo de la luz, lo que implica que el cliente debe pagar más en este aspecto y, posiblemente, le convenga buscar nuevos descuentos que le permitan ahorrar en electricidad.

El usuario tiene que contactar con la comercializadora escogida, asegurándose de tener todos los datos en el momento de la solicitud y facilitándole la siguiente documentación al operador que se encargue de atenderle:

• Información del titular del suministro eléctrico.
• Confirmar la cuenta bancaria.
• Dirección completa de la vivienda.
• Facilitar la potencia eléctrica actual y la nueva.
• Código Universal del Punto de Suministro (CUPS), que siempre viene indicado en cualquier factura anterior.
• Boletín Eléctrico de la vivienda. Este documento es necesario para viviendas con más de 20 años de antigüedad o si se solicita un término de potencia superior al soportado por la instalación.

Con toda esta documentación, la compañía de electricidad inicia la tramitación del aumento de potencia y, si necesita algún documento adicional, se pondrá en contacto con el consumidor en un breve periodo de tiempo.

 

Plazos para incrementar el término de potencia

El incremento de la potencia eléctrica tiene un plazo de 15 a 20 días hábiles, donde un técnico se acerca hasta el domicilio del cliente y cambia el actual término de potencia por el nuevo. Es posible que reciba una factura de luz con la potencia anterior, pero la siguiente ya incluirá todos los cambios establecidos.

 

¿Cuánto cuesta aumentar la potencia eléctrica?

El aumento de potencia eléctrica conlleva un coste, igual que la reducción , independientemente de la comercializadora con la que se realice, dado que es un importe que se abona a la distribuidora en base a los siguientes derechos:

• El derecho de extensión tiene un coste de 17,37€/kW + IVA.
• El derecho de acceso tiene un importe de 19,70€/kW + IVA.
• El derecho de enganche es siempre de 9,04€ + IVA.

La suma de todos estos conceptos es el importe que el cliente tiene que abonar, siempre a través de la siguiente factura de electricidad que llegue a la vivienda y nunca tiene que pagar al técnico que se acerca a su domicilio.